ESPAÑA REIVINDICA LA SOBERANÍA DE LA LIBERTAD MÉDICA Y LA AUTONOMÍA DEL PACIENTE FRENTE A LA OMS/INDUSTRIA FARMACÉUTICA, EN SU 75 ASAMBLEA MUNDIAL DE LA SALUD
Esas Leyes fundamentales para todos nosotros, que tanto tiempo le costó lograr a la sociedad, como la libertad médica y la autonomía del paciente, pasarán a formar parte del baúl de los recuerdos a la vuelta de la esquina. Los días 22 al 28 de mayo se celebrará la 75 Asamblea Mundial de la Salud en la que a ciencia cierta se nombrará a TEDROS nuevamente como Director General de la OMS. Es la pieza clave del engranaje del corrupto poder farmacéutico. Con este nombramiento dará inicio la próxima pandemia.
Hace un mes alertábamos del Tratado de Pandemias impulsando por la OMS y de cómo este supone la instauración del totalitarismo político a través de la salud. Si ya el Reglamento Sanitario Internacional de 2005, aprobado por nuestros gobiernos, le dio a la OMS poder para destruir la vida y las haciendas de la gente productiva del planeta en nombre de un virus con un índice de recuperación de un 99,97%, el Tratado de Pandemias será lo mismo corregido y mejorado: la esclavitud total.
En consecuencia, nos centramos en alertar sobre el supuesto tratado cuando en realidad eso fue una simple distracción. El peligro real nos llega de la renovación de Tedros en esta 75 Asamblea Mundial de la Salud. No solo nos esperan cinco años más de pandemias, si no que al tener el poder de declarar “emergencias sanitarias internacionales” que siempre conllevarán el correspondiente mandato vacunal, lo hará por cualquier motivo y método de diagnóstico, midiendo, por ejemplo, la calidad de las aguas grises. Ya no será preciso para cerrar un territorio, hacerle a la población pruebas fraudulentas de diagnóstico como el PCR, bastará con que la analítica de las aguas grises diga que se superan unos límites de patógenos X, prefijados de antemano.
Este tipo de analíticas ya se han llevado a cabo. Curiosamente la OMS no está interesada en medir aspectos directamente vinculados a la salud, no se miden la calidad de las aguas de boca, ni del aire que respiramos, ni de los alimentos transgénicos procedentes de la agricultura industrial, todo ello contaminado tanto por los tóxicos deliberadamente dispersados en la atmósfera para fines de modificación del clima, conocida con el palabro “geoingeniería”, como por la aplicación de innumerables tóxicos en forma de abonos, pesticidas, herbicidas, fungicidas, etc. Sin embargo, siete millones de personas mueren cada año prematuramente debido a ello.
Las delegadas españolas a esta 75 Asamblea Mundial de Salud, Señoras Carolina Darias San Sebastián, Silvia Calzón Fernández y Aurora Díaz-Rato Revuelta, cual “tres desgracias”, desempeñarán el papel que se espera de ellas, entregar la soberanía sanitaria de España a la OMS en bandeja de plata. Con esta ingeniería del poder los gobiernos se quitan de encima la responsabilidad directa de la ejecución de sus propias leyes para convertirse en tiranos nacionales, ejecutores de tiranos globales.
Las cesiones de soberanía, son, sin lugar a dudas, decisiones del pueblo soberano. Pero nadie nos ha preguntado al respecto. Así que ante la envergadura de la corrupción que envuelve a nuestros Estados, nos queda la legítima respuesta de NO someternos a sus dictados; al menos debemos dejarles saber a nuestras delegadas, que nuestra soberanía NO está en venta. Y que NO les damos autoridad para decidir en nuestro nombre sobre nuestra salud.
A este respecto, en la web www.no-consiento.es , de la asociación Terra SOS-tenible, recogeremos las firmas de cuantos se oponen a estos atropellos con el fin, en su día de hacerlas valer en justicia, cuando intenten aplicarnos su famoso Tratado.
Hemos preparado unos “corazones con mensaje” para enviarles a nuestras tres delegadas vía Twiter. Que cada uno escoja el que más le guste o que diseñe otro de su cosecha, pero de aquí al día 28 de mayo debemos enviarles decenas de miles de mensajes para que recuerden que la soberanía del pueblo español sigue residiendo en todos y cada uno de los españoles. Y que un NO, es NO.
¡La revuelta de los corazones es imparable! Gracias por hacerla tuya.