OBJETIVO 5 – IGUALDAD DE SEXOS
DESMONTANDO EL ENGAÑO
“Lograr la igualdad de sexo y empoderar a todas las mujeres y niñas. La igualdad política, económica y social de las mujeres beneficiará a todos los ciudadanos del mundo”.
Lo más alarmante que esconde este objetivo de igualdad entre sexos es el robo y la destrucción del insustituible poder reproductivo de la mujer que pronto será reemplazado por los vientres artificiales. El mundo distópico que han gestado para el futuro inmediato los psicópatas de nuestros días, será imposible mientras exista el vínculo real entre una madre y un hijo, ese vínculo que sujeta todo el entramado existencial y el sentido de la vida misma.
Esa es la razón por la que los poderes que pretenden controlarnos nos distraen con nuevos conceptos e intereses ideológicos y políticos, como el de confundir el sexo con el género gramatical, aplicado a los sustantivos en la lengua castellana. Yo no voy a jugar ese juego. Pero esta canción de la igualdad también tiene sus décadas. Y seguirá acumulando dígitos porque el sistema sencillamente vive de la desigualdad, a secas, como herramienta de división social. Se nos olvida que es la élite quien dicta las normas y los roles. Y que somos nosotros quienes nos conformamos a sus dictados.
En última instancia todo depende de las corporaciones que manejan los hilos del poder. Si Vanguard y Blackrock decidieran imponer la igualdad se haría por decreto en todos los países con la celeridad de la declaración del Estado de alarma. Pero eso nunca ocurrirá porque les haría vulnerables ya que la fuerza de la igualdad es imparable.
Ganan más desmoralizando a los hombres por su condición masculina y manteniendo la horrenda narrativa de “empoderar” falsamente a las mujeres por su condición femenina. Mientras tanto, ambos se ven obligados a dejar a sus hijos fuera de casa para romper el vínculo y la unidad familiar ya que no basta un solo salario para cubrir los gastos. Así pues no se trata de igualdad, se trata de dividir a dos segmentos de la población para que luchen entre ellos, en vez de luchar contra el opresor. Al tiempo que a ambos, hombres y mujeres, les roban sus atributos y roles esenciales en la procreación de su prole.