OBJETIVO 3 – SALUD Y BIENESTAR
DESMONTANDO EL ENGAÑO
“Garantizar vidas saludables y promover el bienestar para todos a todas las edades. Los últimos 15 años la mortalidad infantil se ha reducido a la mitad.”
El titular del objetivo 3, vacío de contenido, no solo oculta el suicidio por decreto con la obligatoriedad de la inoculación de cualquier sustancia que la industria quiera imponer en su día, sino también la obsolescencia programada del ser humano. En la práctica los eugenistas aspiran a que las personas que ya no tienen valor productivo decidan abandonar este mundo voluntariamente facilitando todas las fórmulas para ello. Hemos visto como la eutanasia ha sido convenientemente normalizada a nivel legislativo y de opinión pública, en cada vez más países, no requiriéndose ya la condición de un estado terminal irreversible.
La propaganda del objetivo 3 se solapa con la de los objetivos 1 y 2, que han quedado desmontados. Aquí el toque sentimental de manipulación se pone en la reducción de la mortalidad infantil. Aunque ya hemos visto que 7 años más tarde se han encargado de romper sus propias estadísticas con la imposición de la inyección experimental ARNm, fraudulentamente llamada vacuna, también a los niños.
¡La mortalidad infantil en los niños inoculados en Europa ha aumentado en 755%! Eso sin contar con que el índice de nacimientos ha caído en picado desde la “inyección experimental obligatoria”; que el riesgo de aborto es de 87,5%; y que las lactantes “vacunadas” transmiten a sus hijos la proteína espiga en el lapso de 48 horas… ¿Es este patrón de matar a los niños en el vientre de sus madres o recién nacidos el paso previo a la industria de los vientres artificiales ya en marcha?
No obstante, y a pesar de los 20 millones de muertes en el mundo según el patólogo canadiense Dr Roger Hodkinson, y más de 2.000 millones de afectados por las inyecciones COVID que demuestran que esas inyecciones son un arma letal que no debería administrarse a nadie, y mucho menos a las mujeres embarazadas, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, sigue repitiendo el mantra de que la vacuna “es segura y eficaz” afirmando temerariamente que: “NO hay un mal momento para vacunarse contra el COVID. Vacunarse es seguro ya esté pensando en tener un bebé, esté embarazada, haya dado a luz recientemente o esté amamantando. Protégete a ti misma y a tu creciente familia”.
Esto es asesinato. A su vez los CDC y la FDA no solo han retirado de mercado las terapias y medicamentos que funcionaban y que podrían haber salvado millones de vidas, imponiendo otros medicamentos conocidamente letales sino que han retirado a médicos sus licencias por negarse a aplicar protocolos mortales. En algunos estados de USA se ha llegado a legislar ¡“que los médicos no pueden mantener una visión discrepante con la versión oficial bajo pena de cárcel”!
Es un hecho que desde el secuestro de la medicina por los Rockefeller hace poco más de un siglo, con la destrucción de todas las medicinas tradicionales existentes, la enfermedad en el mundo se ha disparado principalmente en los países occidentales: el cáncer, enfermedades coronarias, enfermedades neurodegenerativas, infartos, diabetes, obesidad, etc.. al igual que es un hecho que la iatrogenia, muerte por medicación, ocupa ya en los Estados Unidos la primera causa de muerte. Por si fuera poco estas industrias de la muerte tienen pendiente la aniquilación de la industria de los suplementos y herboristería. Han llevado a cabo varios intentos y actualmente han vuelto a la carga visto el éxito de la dictadura médica que estamos viviendo.