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AGENDA 2030 – EL MARKETING Y LOS HECHOS – Objetivo 15

 

OBJETIVO 15 – VIDA DE ECONSISTEMAS TERRESTRES

DESMONTANDO EL ENGAÑO

“Proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de forma sostenible los bosques, luchar contra la desertificación y detener e invertir la degradación de la tierra y frenar la pérdida de biodiversidad. Es la clave de nuestra supervivencia”.

Promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres es de nuevo un eufemismo para significar el control total de todos los recursos del planeta. Si bien la destrucción de los ecosistemas terrestres es un hecho, a estas alturas de la película también es un hecho que no se le puede achacar a la humanidad en su conjunto, el juego favorito de las élites, sino a la ilimitada codicia de éstas por el enriquecimiento, el poder y el control.

Con independencia ya de la destrucción que llevan a cabo estas élites por la explotación irracional de los recursos del planeta, la minería a cielo abierto, la tala masiva de bosques, los incendios provocados allí donde quieren llevar a cabo explotaciones mineras a cielo abierto o la construcción de urbanizaciones en lugares privilegiados para poder especular más con el terreno, han expuesto la tierra a vertidos químicos tóxicos durante décadas, con el modelo de agricultura industrial y el uso intensivo de productos químicos como el glifosato, exponentes de la ideología y las prácticas de la “revolución verde”, cada vez más desacreditadas. Cuando se empapa el suelo con agroquímicos sintéticos patentados como parte de un modelo de agricultura dependiente de productos químicos, se dañan los microorganismos esenciales y se acaba alimentando el suelo con una dieta limitada de insumos tóxicos.

Este modelo de uso intensivo de productos químicos ha contribuido al impulso de un mayor monocultivo y ha dado lugar a dietas menos diversas y alimentos menos nutritivos. Su impacto a largo plazo ha provocado la degradación del suelo y desequilibrios minerales, que a su vez han afectado negativamente a la salud humana.
Maria-Helena Semedo, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), declaró en 2014 que, de continuar el ritmo actual de degradación, toda la capa superficial del suelo del mundo podría desaparecer en 60 años. Señaló que alrededor de un tercio del suelo mundial ya se ha degradado. Según ella se pueden necesitar 500 años para generar un centímetro de suelo y sólo unas pocas generaciones para destruirlo. La India pierde 5.334 millones de toneladas de suelo cada año debido a la erosión y la degradación del suelo, gran parte de la cual se atribuye al uso indiscreto y excesivo de productos agroquímicos sintéticos. El Consejo Indio de Investigación Agrícola informa de que el suelo se está volviendo deficitario en nutrientes y fertilidad.

A pesar de las evidencias destructivas, este modelo de Naciones Unidas y de las corporaciones de Davos sigue imperando y buscan la autorización del glifosato por parte de la UE en 2022, con la narrativa de que el glifosato tiene capacidad para fomentar suelos más saludables al reducir la necesidad de arado.
Sin embargo, esa actividad depredadora se queda pequeña en comparación con las consecuencias que está teniendo la geoingeniería terrestre y marina en los ecosistemas terrestres. La dispersión deliberada en la atmósfera de aerosoles tóxicos, durante más de seis décadas, con fines de manipulación del clima, identificados como “cenizas volantes de carbón”; con más de 46 elementos tóxicos, este producto ha sido una de las principales causas de la destrucción de la biota terrestre alcanzando un nivel de extinción conocido ya como la sexta extinción, afectando a toda la cadena de vida en la tierra.

En los últimos 50 años se ha apreciado una reducción del 70% de la vida animal y del 80% de la biomasa de insectos, entre otros. Este nivel de extinción queda reflejado por los autores del estudio “La aniquilación biológica a través de la sexta extinción masiva en curso, señalada por las pérdidas y disminuciones de las poblaciones de vertebrados” llevado a cabo por Gerardo Ceballos, Paul R Ehrlich, y Rodolfo Dirzo, publicado el 23 de mayo de 2017. Por otra parte, cada año mueren prematuramente como consecuencia del efecto de la contaminación más de 7 millones de seres humanos.

La extinción humana está actualmente en marcha. Es obvio que detrás de estos atentados contra la vida hay instituciones corruptas, y personas con nombres y apellidos que se ocultan de las consecuencias de sus actos genocidas culpando a la humanidad en su conjunto, y esto es un modus operandi eugenista de los poderes de siempre, que la humanidad no puede admitir ni admitirá por más tiempo.

https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.1704949114

 

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