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AGENDA 2030 – EL MARKETING Y LOS HECHOS – Objetivo 1

 objetivo 1 – Fin de la pobreza

Desmontando el engaño

“Juntos podemos alimentar al hambriento, eliminar la enfermedad y dar a cada uno en el mundo una oportunidad para prosperar y vivir una vida rica y productiva”

El problema de este anuncio publicitario empieza con el adverbio “juntos”. Es ahí donde se teje la manipulación lingüística y el control mental. Busca la implicación de la humanidad en los planes de la élite. Es decir, su consentimiento. Y en consecuencia persigue la socialización de los costes y de las pérdidas. Otorgándose ellos la recaudación y la gestión. En suma, como todos los planes de las élites. este adverbio anuncia un plan astronómico de transferencia de riqueza de los más pobres a los más ricos, a través de los Estados.  Pero sobre todo anuncia un plan oculto para reducir la población, que veremos desarrollarse en los próximos años.

La canción de alimentar al hambriento y eliminar la pobreza tiene siglos de historia. Pero quienes escriben la letra en Naciones Unidas y el Foro de Davos son responsables de esquilmar los recursos del planeta dejando a sus gentes en la miseria más absoluta. A los países esquilmados se les ofrecen créditos bancarios para su desarrollo a través del Banco Mundial y del FMI que nunca podrán pagar, excepto con recursos naturales, para someterlos a la esclavitud a través de la deuda. África es solo un ejemplo.

Lo cierto es que no habría hambrientos en el mundo si nadie robase a nadie el pan de su mesa. No hay que dar de comer al hambriento. Lo que hay que hacer es no robarle a la gente la caña de pescar ni el pescado, que es lo que hacen Naciones Unidas y las corporaciones del Foro de Davos. No hay que robarle el derecho inalienable que tienen los seres humanos a ganar su pan, y a disponer del fruto de su trabajo sin pagar peaje alguno por ello. En la actualidad Naciones Unidas y el Foro de Davos intentan sustituir el derecho al trabajo por el privilegio político de un salario mínimo universal de 1.000 dólares / euros virtuales. Esto da pie a que esa “ayuda” se la pueda retirar el Estado Global cada vez que el esclavo no consienta en su plan. El salario mínimo universal supone, de facto, la normalización de la esclavitud.

Todo cuadra. La Declaración Universal de los Derechos Humanos que en su artículo 4 prohíbe la esclavitud en todas sus formas no ha sido contemplada en la Agenda 2030 de Naciones Unidas; hecho que se repitió dos meses más tarde durante la aprobación del Acuerdo del Clima de París en el que se retiraron los derechos humanos del texto final del Acuerdo que aprobaron nuestros indecentes políticos.

La canción de eliminar la enfermedad es otra entelequia

La enfermedad, desde que se impuso la medicina de Rockefeller hace un siglo, es un nicho de negocio muy lucrativo para las élites que la cultivan como si de caviar se tratara. La enfermedad, en efecto, está muy vinculada a la pobreza, aunque no solo; pero utilicemos la lógica, si se le diera a todo el mundo la oportunidad de prosperar y vivir una vida rica y productiva (que no digna y feliz) la gente viviría largos años haciendo uso de los recursos planetarios (¿en igualdad de condiciones?) que supuestamente le pertenecen a las élites. Y si esto ocurriera, estas élites perderían la hegemonía del poder sobre nosotros, algo totalmente impensable.
Las estadísticas que cada año publica OXFAM reiteran que el 1% del planeta posee más del DOBLE de riqueza que el 1%. Y que ese 1% de la población ha acumulado el doble de riqueza que el 99% restante. En adición, el 1% más rico del mundo emite el doble de carbono que el 50% más pobre, según el estudio de Oxfam de 2020. Esa preciosa frase del objetivo 1 es, por lo tanto, pura ingeniería lingüística de control mental y entra en contradicción con sus propios actos.
No obstante, cabe recordar que la inmensa riqueza que tienen esas élites le ha sido robada a la humanidad, a cada uno de nosotros. La realidad nos muestra que la brecha entre ricos y pobres se agranda en vez de reducirse. Los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos. Las crisis de todo tipo que estas élites generan deliberadamente en el mundo solo tienen un fin: transferir la riqueza de los pobres a los ricos con la ayuda de los Estados a los que controlan. Según el analista financiero Jimmy Cramer, durante la Plandemia Covid 19 se ha efectuado la mayor transferencia de riqueza en la historia de la humanidad, de los más pobres a los más ricos, de manos de los Estados. ¡Un nuevo multimillonario cada 30 horas!

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