PARALELISMOS ENTRE EL REGIMEN NAZI DE HITLER Y EL DE HOY
“Aprendí lecciones imborrables sobre la naturaleza del mal. Conozco las consecuencias de ser estigmatizada y demonizada como transmisora de enfermedades. La perspectiva de mi relato está basada en mi experiencia, en los registros históricos y en la evidencia empírica.
Como se sabe se nos requería llevar una estrella amarilla de David para identificarnos, y segregar a los judíos mediante leyes exclusivas que impedían a las familias la vida normal. Nuestras propiedades fueron confiscadas, se nos prohibió participar en todos los actos, religiosos, reuniones culturales… Viajar estaba prohibido para los judíos. No había escapatoria. Estos dolorosos recuerdos de mi niñez me hicieron muy sensible a los dictados actuales de los gobiernos.
En 1776 Benjamín Rush, médico y cosignatario de la declaración de independencia de los Estados Unidos, anticipó el peligro de la medicina ante la posibilidad de que llevara a cabo lo que él definió como una dictadura encubierta. Bajo el régimen nazi se suprimieron sistemáticamente las normas morales; se transformaron radicalmente la profesión y las instituciones médicas; la academia, las ciencias, los militares, la industria y la medicina clínica estaban íntimamente vinculadas, al igual que está ocurriendo ahora. El sistema nazi destruyó la conciencia social en nombre de la salud pública. Se institucionalizó la violencia contra los individuos y clases de seres humanos. La eugenesia dirigía la política pública, reemplazando el interés médico en la sanación del individuo. Se pervirtió la clase médica y las instituciones alemanas. Las políticas públicas coercitivas violaron derechos civiles y derechos humanos. Se utilizaban métodos criminales para reforzar las políticas. La propaganda nazi utilizaba el miedo a una enfermedad infecciosa demonizando a los judíos como contagiadores de la enfermedad y una amenaza para la salud pública. Esta culpabilización de amenazas existenciales supone un verdadero hito para los judíos.
En la edad media los judíos fueron culpados por la peste bubónica, la peste negra… El miedo y la propaganda eran armas psicológicas utilizadas por el régimen nazi para imponer un régimen genocida. Y en la actualidad algunos están empezando a entender por qué los alemanes no se rebelaron. El miedo les impidió hacer lo correcto. Los mandatos médicos hoy son un gran paso atrás hacia una dictadura fascista y hacia un genocidio. El gobierno dicta políticas médicas que minan nuestra dignidad y nuestra libertad. Primero las vacunas obligatorias se centraron en los niños, ahora son para los adultos.
La lección clara es que cada vez que los médicos se unen a los gobiernos, desviándose de su compromiso profesional y clínico para “no dañar al individuo”, la medicina puede pervertirse y pasar de ser una profesión de sanación y humanitaria a convertirse en una institución asesina. En la Grecia antigua, los estudiantes de medicina, antes de iniciar sus estudios debían prestar el juramento Hipocrático. La razón es porque en el estudio de la medicina se gana conocimiento sobre cómo se puede matar. Por eso tenían que jurar no hacer daño. Sin ese juramento no eran admitidos en la escuela médica. Eso demuestra que iban muy por delante de nosotros en la comprensión de la naturaleza humana.
Lo que distingue el Holocausto de otros genocidios es el papel esencial que jugó en él la clase médica, toda la clase médica. Cada paso del proceso de asesinato fue suscrito por la academia, y la institución médica. Médicos y prestigiosas sociedades médicas, dieron la patente de legitimidad, para el infanticidio y el asesinato en masa de civiles.
El T4 fue el primer proyecto industrializado de asesinato médico. Las primeras víctimas fueron niños alemanes discapacitados, y niños menores de tres años. Se les identificaba a través de las comadronas que informaban de su existencia al Estado. Las siguientes víctimas fueron los enfermos mentales, seguidos de los mayores en residencias.
Las operaciones de los asesinos eran metódicas y siguieron los protocolos muy cuidadosamente. Se enviaban cuestionarios a todas las instituciones médicas exigiendo información detallada sobre cada paciente. Las decisiones finales de vida y muerte de los pacientes las tomaba un Comité de 54 psiquiatras. El objetivo del T4 era eliminar la carga económica de quienes el Comité y el régimen consideraban “tragones sin valor”. También se hacía con el objetivo de dejar camas libres para los soldados heridos en batalla. El T4 sirvió como un terreno experimental para muchos ensayos químicos y farmacéuticos.
Los beneficiarios financieros del genocidio nazi era la élite corporativa. Su colaboración fanática con el régimen nazi fue continua. Sin el apoyo de los banqueros de Wall Street y la colaboración de las más importantes corporaciones americanas, suizas y alemanas, que ofrecían el material químico, industrial y tecnológico, Hitler no habría podido llevar a cabo estas operaciones de industrialización del asesinato. Entre las empresas que se beneficiaban del Holocausto estaban la Standard Oil y Chase Manhattan, ambas propiedad de los Rockefellers, IBM, Kodak, Ford, Coca-Cola, Nestlé, BMW, y por supuesto IG Farben que fue la que más se benefició de la Segunda Guerra Mundial, usando los pacientes de Auschwitz como trabajo esclavo; los médicos enviaban a aquéllos que consideraban podían trabajar como esclavos en IG Farben que también tenía su propio campo y llevaba a cabo experimentos. La tecnología de IBM facilitó la rápida implementación del Holocausto. Los datos sensibles estaban en una tarjeta perforada de IBM. Los judíos europeos fueron rápidamente identificados, reunidos, segregados, deportados, rastreados, encarcelados, tatuados, esclavizados y exterminados.
La pandemia de Covid-19 ha expuesto las motivaciones eugenistas de la política pública tanto en Europa Occidental como en los Estados Unidos. Esta situación es la repetición espeluznante del T4. Las directivas de los gobiernos en relación con los hospitales y las residencias, condenaron a los mayores a la muerte. En Europa y en Los Estados Unidos los hospitales fueron advertidos para que no administraran tratamiento médico alguno, incluido el oxígeno, a las personas mayores en las residencias. Algunos gobernadores americanos enviaron personas mayores infectadas, a las residencias de mayores sabiendo que no tenían capacidad para impedir el contagio del virus.
Antes de poner en marcha el Decreto Ejecutivo se envió a más de 15.000 mayores a la muerte. El gobernador Cuomo, del Estado de Nueva York predijo que el virus se expandería en las residencias como el fuego en la hierba seca. Los medios corporativos y la academia de ciencias concedieron un EMMY al gobernador Cuomo por sus apariciones y declaraciones públicas en televisión, que ahora se han demostrado falsas porque ocultó muchos datos. Esto quiere decir que lo sabía. Cuando la gente oculta un crimen saben que es un crimen.
En 2006 durante la gripe Aviar, un panel de expertos aconsejó a la administración Bush implementar cierres, cuarentenas, etc. Pero la propuesta del cierre total fue rechazada de plano por el Doctor Donald Henderson conocido por su gran papel en la erradicación de la viruela. En su informe explicitó que esta medida era anticientífica explicando: “la experiencia nos ha mostrado que cuando las comunidades están expuestas a eventos extremos, responden mejor cuanto menos ansiedad haya, cuanto más normal sea la pauta vital de la comunidad y menos se altere. Aquí es esencial un fuerte liderazgo político y de salud pública que pueda garantizar la prestación de los cuidados necesarios. Sin estos óptimos una epidemia menor puede generar en catástrofe”.
Hoy el debate está prohibido, un médico no puede decir esto. El virus se ha explotado para mantener un estado de miedo. Los encierros han probado ser unas herramientas muy eficaces de control social, pero no lo suficientemente buenas para cambiar el rumbo del virus. La gente ha sido condicionada a someterse pasivamente a los dictados del gobierno. Los niños a los que se les ha privado de educación han sido condicionados a desconfiar de la gente. Las mascarillas obligatorias son un arma psicológica insidiosa. Nos restan dignidad como seres humanos libres. No funcionan, ni esta ni en ninguna epidemia y son el símbolo equivalente de la estrella amarilla.
Estudio tras estudio demuestra que los cierres destruyen la economía y la vida de la gente, condenando a millones de personas a la pobreza severa. Incluso el Wall Street Journal ha publicado que los cierres no son un precio que valga la pena pagar. Sin embargo, para los oligarcas occidentales, la pandemia Covid ha sido un elemento de bonanza. Los billonarios americanos en 2020 incrementaron su enorme riqueza personal por 2.2 trillones dólares. No podemos ignorar este incentivo financiero de los cierres que destruyen el tejido local competitivo o la industria local, donde en la mayor parte de las ciudades han dado de quiebra. Supuestamente teníamos que comprar en los grandes “Amanzons”. Esto ha sido planificado.
Los médicos y científicos que expresan visiones distintas de la oficial son tratados de herejes. Se les amenaza con la pérdida de su trabajo. Cualquiera que cuestione la seguridad de las vacunas que han sido fabricadas bajo la “operación warp speed” es insultado y vilipendiado por los medios de comunicación. Los contratos de vacunas bajo la operación warp speed son totalmente confidenciales. Utilizaron como intermediarios contratistas testaferros para que nunca se pudiera acceder a ellos en aplicación de FOIA (Autorización bajo la ley de libertad de información) No están bajo custodia del gobierno. Por qué. Por qué tanto secreto. Por qué el Director Ejecutivo de Pfizer intentó chantajear a Argentina. Espero que otros puedan investigar las implicaciones financieras de semejante control absoluto y las garantías de inmunidad que les llevaron hasta el punto de pedirles a los argentinos sus bases militares y sus bancos, por qué. Qué datos tienen que nosotros no conocemos. Si los gobiernos les han otorgado inmunidad por qué siguen tan ansiosos, si no tienen nada que ocultar… Ya tienen inmunidad, pero no es suficiente.
Bill Gates dijo en 2020 que la solución final a la pandemia sería la vacuna. Es lo suficientemente mayor para saber lo que eso quiere decir. Pero en cierto modo es una solución final. Para garantizar la sumisión a las vacunas los gobiernos han implementado medidas sin precedentes, esencialmente para recoger una cantidad astronómica de dinero. Hasta se está hablando de exigir vacunas anuales. Y eso que la vacunación inició a mediados de diciembre, cuales no serán sus beneficios a finales del 2021.
La respuesta está en el Gran Reinicio de Klaus Schwab del Foro Económico Mundial. Esencialmente está pensado para “culminar el trabajo”, solo que esta vez es global. Se trata de superar a Hitler. Esto trata (1) de la reducción de la población. Este ha sido el objetivo de los oligarcas desde John de Rockefeller. Y (2) poder y control. La tecnología hoy es muy superior a las tarjetas perforadas de IBM.
Lo que están haciendo con este virus es institucionalizar elementos opresivos y represivos sin precedentes que nos encarcelan en nuestras casas. Estamos siendo investigados, vigilados, y ahora los “pasaportes de vacunación” instauran una sociedad dividida, una parte privilegiada y otra discriminada.. ¿suena familiar?.
Las detenciones son el paso siguiente, los campos de concentración, los guetos y los asesinatos. Los nazis tenían tatús de identificación para que no se escaparan los prisioneros pero ahora tenemos tecnología invasiva de rastreo y vigilancia. Esta tecnología existe y Bill Gates es uno de sus financiadores; incluyendo tatuajes con chip. El Gran Reinicio es el plan maestro, de gobierno mundial, a la vista de todos. Como dijo Klaus Schwab el Covid es una gran oportunidad para este “Gran Reinicio”. Hemos dado alguien de nosotros nuestro consentimiento para el “reinicio del mundo”? ¿No debieran preguntarnos?
Los oligarcas poseen a los gobiernos. Cómo creer que este virus… El virus no es el problema, la eugenesia es el problema. Nunca ha desaparecido. La elite realmente cree que son seres superiores y el resto seres inferiores. Esto es lo que está provocando esta crisis. El dinero por supuesto, pero el poder es para ellos como una droga, creo. Hay gente totalmente diabólica. No reconocen a la especie humana como una. Siempre que mantengamos este Sistema de clases de gente distinta no podremos prevenir un holocausto global. Y pueden hacerlo a distancia, con un clic. ¿Por qué no hay ninguna información de Klaus Schwab antes de 1970 cuando nació en 1938? Se ha publicado un informe de investigación titulado “Los valores de Klaus Swab” que demuestra la colaboración en genocidios junto con su padre.
Tanto la tecnología como el sistema médico y los gobiernos han superado las líneas rojas. Estos no pueden interferir en nuestra vida, en nuestra libertad médica. Esta intromisión nos viene de los nazis.
Nunca pensé que en mi vida volvería de nuevo a tener miedo de los mismos elementos. Tengo miedo de la misma gente. De nosotros depende que esta vez no lo consigan.
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